En un artículo anterior hemos informado acerca de las propiedades de las fresas y lo que estas pequeñas frutas aporta a nuestro organismo.
Ahora que empieza la temporada de fresas podemos aprovechar para elaborar mermelada y conservarla en la despensa.
Hacer mermeladas es siempre una buena opción para conservar la fruta, tenerla a nuestro alcance para saborearla
cuando nos apetezca o cuando estemos fuera de temporada.
La mermelada de fresas es también un recurso para elaborar postre con ella como confitar o rellenar tartas, para acompañar el queso, los yogures.
Ingredientes:
– Un kilo de fresas.
– Un kilo de azúcar blanquilla.
– El zumo de un limón.
Preparación:
Lavamos las fresas y le quitamos el rabillo.
En un caldero ponemos las fresas y las cubrimos con todo el azúcar.
Tapamos el caldero, y dejamos la fruta reposar toda la noche.
Pasada la noche añadimos a las fresas el zumo del limón y ponemos el caldero con la fruta al fuego y cocinando con fuego lento, lo hacemos hervir
removiendo hasta que el azúcar se disuelva, una vez que el azúcar esté disuelto.
Cuando el azúcar se haya disuelto, subimos el fuego y cocinamos así durante 25 minutos o hasta que espese, removiendo con frecuencia para que no se pegue.
Comprobamos que haya alcanzado la textura de mermelada, retiramos del fuego y dejamos que repose unos 5 minutos.
Si te gusta que la mermelada quede así con las fresas casi enteras o en forma de tropezones puedes envasarla así o molerla con la batidora.
Envasamos la mermelada en botes de cristal y cierre hermético que hayan sido esterilizados previamente para que la mermelada se conserve en condiciones óptimas.
Imágenes / Tere.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Recetas y más