Llegado el momento de ir a dormir es muy común que el niño no quiera todavía acostarse.
Lo más probable es que quiera estar un rato más despierto o porque sabe que aún hay movimiento por la casa del resto de la familia.
Por eso lo recomendable es crear unos hábitos desde pequeños para que el niño vaya reconociendo ese momento y poco a poco lo asimilará sin ningún problema.
Como podemos ayudarle a crear esos hábitos
Es importante tener unos horarios fijos, así como para realizar las rutinas con respecto al aseo, horario de la cena, cepillado de dientes, hacer pis antes de acostarse.
A los pequeños les gusta sentirse importantes, jugar a hacerse mayores, pídele que te ayude a preparar su camita, a coger el pijama y las zapatillas, su peluche o mantita favorita, su cuento favorito o el que quiera para esa noche.
Antes de acostarse las actividades que el niño realice deben ser relajadas, escuchar un cuento, mirar algún libro, se trata de favorecer que se relaje y que poco a poco aparezca la somnolencia.
Mientras sea pequeño lo aconsejable es que estés con el hasta que se duerma para ello crea un ambiente de tranquilidad, háblale bajito, sí le estas contando tú propia historia o un cuento hazlo con voz dulce, gestos cariñosos para que se sienta seguro y querido.
Poco a poco el momento de irse a la cama será para él un momento agradable y lo reconocerá como que llega la hora del descanso.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Bebés y Niños