En un artículo anterior hemos informado acerca de lo que son los cólicos de gases en los bebés.
También informamos como podemos actuar para diferenciar sí el llanto es producido por cólicos,
como aliviarlos y en caso de persistir acudir al pediatra para que nos aconseje y nunca medicar al bebé por nuestra cuenta.
Durante el período que comprende la lactancia del bebé es normal que aparezcan cólicos.
Pueden ser varias las causas que provoquen estos cólicos, y debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones para evitar
en lo posible que el bebé padezca de ellos.
Qué podemos hacer para evitar los cólicos:
– Sí el bebé es alimentado con lactancia materna colocaremos al bebé procurando que esté en posición más bien inclinada que horizontal.
– Sí el bebé es alimentado con lactancia artificial hacerlo con tetinas provistas de válvulas anticólicos para que el bebé no trague aire.
– Inclinar suficientemente el biberón para que la tetina quede cubierta de leche y el bebé no succione aire.
– Cada vez que el bebé sea alimentado hay que ponerlo a eructar, incluso al cambiar de pecho.
– A veces es necesario ponerlo a eructar sin haber terminado de comer.
– Para eructar lo pondremos sobre nuestro pecho en posición vertical y le daremos suaves palmaditas en la espalda.
– A veces es necesario ponerlo a eructar sin haber terminado de comer.
– No acostar al bebé acabado de comer y sin haber eructado.
– El momento de la alimentación debe ser lo más relajado posible para que el bebé coma tranquilo.
Causas por las que se pudieran producir los cólicos pueden ser varias:
– Por una acumulación de gases al tragar aire durante la alimentación o el llanto.
– Inmadurez abdominal.
– Las proteínas de la leche no le sientan bien.
– El tipo de leche que toma no es la adecuada a su sistema digestivo.
– Intolerancia a la lactosa.
– Ha comido mucho o deprisa.
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Escrito por Tere en Bebés y Niños
