Cuando el bebé ya ha cumplido los 5 meses se produce un cambio en su alimentación.

Junto a las tomas de leche se introducen en su dieta nuevos alimentos comenzando primero con las frutas y luego con las verduras.

Es la alimentación complementaria, ya no solo tomará leche y cereales sin gluten.

Llegado este momento será el pediatra quien nos de las pautas de alimentación ya que es quien mejor conoce las necesidades del bebé así como

su evolución y sus características.

Tanto la introducción de frutas como de las verduras debe hacerse siguiendo el orden indicado por el pediatra así podremos comprobar sí surge alguna intolerancia.

Por lo general las pautas suelen ser, irlas introduciendo una a una de manera progresiva, así lo recomienda también la Asociación Española  de Pediatría.

También hay que dejar un espacio de 4 o 5 días entre ellas y una vez que tolere ya podemos mezclarlas.

En artículos anteriores hemos publicado una serie de recetas para elaborar papillas de frutas caseras y compotas caseras con las primeras frutas

que el bebé a partir de los 4 meses ya puede comer y siempre que no presente intolerancia a alguna de ellas.

Estas frutas son: la manzana, la pera, la papaya, la naranja, el plátano.

En este artículo facilitamos información acerca de las primeras verduras que el bebé comienza a comer y con las que elaboraremos sus primeros purés.

PURË DE VERDURAS TERE

Estas verduras son: el calabacín, la calabaza, la zanahoria, las judías verdes o habichuelas, que acompañaremos con las papas y la batata.

Tanto las frutas como las verduras contienen todos los nutrientes que el bebé necesita para que su desarrollo sea el adecuado.

Consejos antes de hacer el puré

A la hora de comprar las verduras para el bebé es mejor elegir verduras lo más frescas posible que no lleven mucho tiempo en cámaras frigoríficas.

Sí podemos conseguir verduras de cultivo ecológico, mejor.

Debemos lavarlas bien con agua fría para eliminar todo tipo de restos (tierra, productos químicos, insectos).

A la hora de cocinarlas para que conserven todos sus nutrientes es mejor cocinarlas con poca agua y solo cuando el agua esté hirviendo es cuando añadimos las verduras.

Podemos utilizar una olla a presión ya que las cocina en menos tiempo y así no pierden los nutrientes.

Una vez cocinada, pondremos las verduras en el vaso de la batidora y añadiremos un poco de agua del caldo, comprobamos la textura y añadiremos más caldo

en función de que lo queramos más ligero o más espeso.

En el caso de los primeros purés es mejor que la textura sea fina y que queden ligeros, más adelante lo iremos espesando un poco más y con la textura más gruesa.

 

 

Imagen / Tere.

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