Sí te gustan las plantas y también la jardinería, cultivar en casa hierbas aromáticas es una oportunidad para
dedicarnos a estas labores así como para tenerlas a mano siempre frescas.
Aunque no dispongamos de mucho espacio para cultivarlas, podemos tenerlas en pequeñas macetas
y recurrir a ellas en el momento que las necesitemos, tanto para cocinar como para hacernos infusiones.
Sí tenemos suficiente luz natural en la cocina, también añadimos un toque a la decoración.
Las más utilizadas a la hora de cocinar y que podremos tener frescas a mano, son el tomillo, el orégano,
la albahaca, hierbabuena, perejil.
Para hacer infusiones: melisa, manzanilla, salvia, valeriana.
Si disponemos de suficiente espacio como un jardín, patio o un pequeño terreno las más fáciles de cultivar son
las siguientes hierbas:
Orégano, tomillo, perejil, albahaca, hierbabuena, apio, comino, hinojo, cebollino, anís, manzanilla, malvavisco, salvia, melisa.
Cuando necesitemos recurrir a ellas para cocinar lo mejor es cortarlas en el momento en que vayamos a utilizarlas.
También podemos conservarlas frescas poniéndolas en un vaso con agua o guardándolas en el frigorífico.
Sí deseamos secarlas, las cortaremos y con las hojas formaremos unos pequeños ramos que anudaremos y colgaremos en un lugar
ventilado y seco.
Una vez que estén secas podemos separarlas y guardarlas en bolsas.
Otra forma de conservarlas y disponer de ellas con toda su frescura es congelándolas, ya que conservan tanto su color como
su aroma y sus propiedades.
Para congelarlas pondremos las hierbas en bolsas de plástico, podremos conservarlas congeladas durante tres meses.
Imagen 1ª / Flickr Nono
Imagen 2ª / Tere
Sobre la autora
Escrito por Tere en Nutrición y alimentos