El verano trae consigo gran variedad de frutas que nada más verlas nos recuerda que el verano ha llegado.
Una de las frutas que hace unas semanas ya están presentes en nuestros mercados y campos son las cerezas.
Las cerezas cuando mejor están es en esta época en plena temporada, no solo por su sabor, también por el precio.
A la hora de comprarlas es mejor elegirlas maduras, que estén firmes y que por supuesto no estén golpeadas o pasadas de maduras.
Las cerezas podemos comerlas así tal cual como una fruta, también podemos hacer con ellas mermelada, jarabe de cerezas, cerezas en almíbar,
licor de cerezas, batidos, jugos, helados o prepararlas para acompañar o elaborar recetas de repostería como por ejemplo tartas.
Esta pequeña fruta es muy vistosa por su color rojo y esconde en su interior muchas propiedades que resultan beneficiosas para nuestro organismo.
La cereza pertenece al grupo de los denominados frutos rojos que destacan por su poder antioxidante, lo que nos puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer.
Entre las propiedades que esta pequeña fruta nos ofrece tenemos:
– Vitaminas A, B, C.
– Potasio.
– Hierro.
– Calcio.
– Fósforo.
– Magnesio.
– Azufre.
Además de estas propiedades los beneficios que nos aportan son los siguientes:
– Antioxidante, lo que nos ayudará frente al envejecimiento de nuestras células.
– Por su contenido en fibra es ligeramente laxante, y beneficiosa para el sistema digestivo.
– Ligeramente diurética y beneficiosa para el aparato circulatorio.
– Por su contenido en hierro, los licuados o jugos de cerezas son buenos para prevenir la anemia.
– El aporte de calcio que las cerezas contienen nos ayudan a mantener nuestros huesos fuertes.
Imagen / Tere
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Escrito por Tere en Nutrición y alimentos