La llegada de la primavera supone para muchas personas un estímulo
después de pasar tantos días fríos y oscuros durante el invierno.
No cabe duda que los días claros y soleados hacen que recuperemos aún más la
la vitalidad y actividad.
Apetece estar más salir a pasear y las tardes a medida que el verano va llegando
van siendo más largas y pasamos más tiempo al aire libre.
Lo peor de la primavera es que no sólo florecen las flores también las alergias.
Esto hace que para las personas alérgicas la primavera se convierte en todo un suplicio.
Esto se produce como consecuencia de la concentración del polen en la atmósfera y
recientes estudios han demostrado que estamos ante una de las peores primaveras para las
personas alérgicas.
Para disminuir los síntomas sí ya sabes que eres alérgico por haber padecido
estos síntomas en otras primaveras deberías tomar una serie de medidas
preventivas unos meses antes de la llegada de esta estación.
Acude a tú médico para que te remita al alergólogo, te indicará las pautas a seguir.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Pellizcos de salud