Los daños que el exceso de ruido llega a provocarnos son tanto fisiológicos como psicológicos y en los que se ven afectados nuestra salud física, mental y auditiva.
Vivimos en un mundo ruidoso, ocasionado principalmente por la actividad humana, y según la Organización Mundial de la Salud no se debe llegar o sobrepasar los 70 dB (a).
Por encima de estos niveles nos exponemos a perder audición, el sonido se vuelve molesto hasta el punto de volverse nocivo para la salud.
La contaminación acústica se produce cuando los niveles de ruido que hay en el ambiente que nos rodea supera los niveles de ruido considerados normales y que nos
afectan a nuestro bienestar.
La exposición al ruido de manera constante nos genera estrés, irritabilidad, acelera el ritmo cardíaco, aumenta la presión arterial, tensa los músculos, nos produce trastornos de
sueño o dificultad para conciliar el sueño, nos afecta en la memoria y también perdemos concentración.
La actividad humana en sí, es difícil de parar puesto que se depende de ello para sobrevivir, sin embargo podremos colaborar tanto los ciudadanos como los diferentes
Organismos competentes en esta materia para intentar entre todos reducir al máximo la contaminación acústica llevando a cabo las debidas estrategias de intervención.
Los medios de transporte, los utilitarios, las motos, deberán tener un correcto mantenimiento en especial en lo que se refiere a los “silenciadores”, no abusar del uso del claxon,
utilizar los medios de transportes en lugar del utilitario para que disminuya el nivel de tráfico así como el del ruido.
Las viviendas deberían estar provistas de materiales adecuados para que resulten insonorizadas tanto en paredes, techos y ventanas.
Los lugares de ocio nocturno también deben estar provistos de materiales que resulten insonorizados al ruido.
Las industrias que generen ruidos deben también contemplar estas medidas de insonorización, así como proporcionar a los trabajadores expuestos a altos niveles de ruido el material
de protección adecuado para protegerse del ruido.
Estar expuestos a niveles altos de ruido perjudica nuestra salud y nos provoca daños en nuestra calidad de vida.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Pellizcos de salud