Hay ocasiones en las que la digestión se vuelve pesada y nos cuesta más digerir
los alimentos, quizás deberíamos pararnos a pensar si tanto la dieta que hacemos
diariamente como la forma en que comemos puede influir en el proceso de la
digestión.
Todo esto debemos tenerlo en cuenta siempre y cuando ya hayas visitado a tú médico
y haya descartado algún problema orgánico.
Mientras que unos alimentos hacen que la digestión sea más fácil otros la dificultan.
Debemos evitar las grasas, no abusar de las especias que las comidas no estén muy condimentadas,
reducir los fritos y las frituras a la hora de preparar guisos mejor cocinar estos ingredientes en crudo
sin freírlos, cocinarlos con agua junto con el resto de ingredientes.
Evitar los alimentos que pudieran provocarnos acidez como el café, el alcohol, refrescos con gas.
Tomar una infusión después de comer puede ayudar a favorecer el proceso de la digestión sobre
todo sí recurrimos a las plantas que la facilitan como la hierbabuena, manzanilla, melisa, etc..
La cantidad en la ración de la comida también es importante ya que las comidas copiosas
hacen más lento el proceso de la digestión.
Es aconsejable comer cinco veces al día en raciones pequeñas y masticar bien los alimentos.
Comer despacio, sentado sin prisas, evitando la ansiedad y el estrés a la hora de comer, intentar
saborear cada bocado.
Evita el tabaco en lo posible sobre todo no es aconsejable fumar después de comer o entre un plato
y otro, pues favorecería la aparición de gases.
Acabado de comer no es aconsejable acostarse hay que dejar pasar al menos dos horas y tratar de
caminar después de comer para facilitar la digestión, el sedentarismo no favorece para nada el efecto
es todo lo contrario, perjudicial.
Un poco de ejercicio ligero como pasear puede ayudarnos a hacer una buena digestión.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Pellizcos de salud